En tiempos de relativismo moral y religioso, donde muchos renuncian a sus convicciones por miedo a ser marginados por la sociedad, conviene voltear a ver a quienes, sin aspavientos ni estridencias, defendieron su fe con la única arma que verdaderamente transforma el mundo: el amor a Cristo.
Uno de ellos fue San Pedro de Jesús Maldonado, sacerdote chihuah…